El aspecto más importante a considerar al comenzar la búsqueda de una nevera es el tamaño. Medir el espacio que tienes para instalarla es el primer paso.

Ten en cuenta que, independiente de su categoría, el tamaño promedio de una nevera es de 80 cm de ancho y 1,6 m de largo. A esto deberás sumarle el espacio de ventilación y limpieza.

Además del tamaño de la nevera, es importante que tengas en cuenta las dimensiones de tu casa. Mide la altura, ancho y diagonal, de todas las puertas, entradas, pasillos, escaleras o ascensores, por donde tenga que pasar el producto antes de llegar a la ubicación final.

Piensa en el tamaño de tu familia: ¿Crecerá pronto? ¿Organizas fiestas a menudo? Considera lo siguiente para elegir el refrigerador correcto en cuanto a su capacidad:

Cada adulto necesitará un mínimo de 110-170 litros en el refrigerador, con algo de espacio extra para momentos especiales (fiestas, vacaciones, etc.).

Piensa con qué tanta frecuencia compras tus alimentos. Si eres de las personas que compra en gran cantidad y prefieres conservar comida preparada, quizás en tu lista de requisitos, debería haber un congelador más grande.

¿Compras más alimentos frescos, frutas, verduras? ¿Vas al supermercado con más frecuencia? Si es así, asegúrate de tener más capacidad para alimentos refrigerados.

Es recomendable que lo escojas del mismo tono que el resto de los muebles de tu cocina. Podrás encontrar colores grises, blancos, rojos y negros. El diseño que selecciones debe gustarte lo suficiente, tomando en cuenta que un refrigerador estará contigo durante varios años. Existen modelos de 1 o 2 puertas, con Freezer superior o inferior, entre otros. Todo dependerá del tamaño que elijas y cómo desees clasificar tus alimentos.

Es importante revisar la ficha de producto de cada nevera antes de decidirte por una. Debes evaluar su eficiencia energética, la cual se expresa en letras partiendo desde la A, como la categoría más conveniente.